En este libro, escrito poco antes de su muerte, el Hermano Roger retraza algunas etapas de su itinerario y de su reflexión. Pasando por sus recuerdos de infancia hasta sus encuentros con la Madre Teresa, de su relación con Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II a sus visitas en los países de Europa del Este a los momentos difíciles, de la vida entre los desheredados de los otros continentes a la acogida de los jóvenes en Taizé, su meditación evoca las múltiples iniciativas emprendidas para dar signos de comunión y de paz.